ALTAMIRA: PARA KICILLOF LA ANSES ES UNA GRAN AFJP


El vice ministro dijo: “…Eso es pensar que el sistema solidario que reconquistó este gobierno sigue siendo ese sistema mezquino, egoísta y privatizado, que decía que los aportes de una persona eran sólo para esa persona, cuando ese sistema no funcionó porque las inversiones financieras que realizaron las AFJP fueron ruinosas. No hay autoridad moral para esto, pero además es mentira”
  1. El sistema sigue siendo mezquino porque, los fondos y los aportes pasaron a la ANSeS, pero la legislación previsional sigue siendo la misma que la de los 90, con el agravante que este Gobierno vetó el reajuste de haberes como lo ordenaron los fallos de la Corte.
  2. Las inversiones de la ANSeS se hacen a costa de los haberes de los jubilados ya que no respetan los fallos de la Corte (Badaro,Elliff, etc.).
  3. La jubilación sustituye al salario, algo que ratificó la Justicia. En ese sentido, el sistema actual no es “solidario”. Asi como para las AFJP la jubilación no tenia nada que ver con el salario (los aportes iban a cuenta individual pero la jubilación de esa persona dependía de los rendimientos del fondo, de las comisiones, de la edad, etc) los K son partidario de una especie de “jubilación para todos” de carácter asistencial, al nivel del haber mínimo. El achatamiento de las jubilaciones va en esa dirección.
  4. Los K han hecho de la ANSeS una gran AFJP: despilfarran los fondos como las AFJP. No aseguran una jubilación acorde con el salario de los últimos años del trabajador sino un mínimo de subsistencia. Las inversiones de la ANSeS son tan ruinosas como las de las AFJP: el 60% está en bonos del Estado, en la misma proporción que cuando estaban en manos de las AFJP. Ademàs la ANSeS financia al Tesoro para que pague la deuda y los intereses de la deuda a favor de los acreedores financieros internacionales.Y el resto son créditos a multinacionales, inversiones en acciones de multinacionales,etc.etc.

Jorge Altamira

PEDRAZA ESTUVO CON LOS ‘GORDOS’ EN LA ROSADA



La reunión de Cristina con los ‘gordos’ neoliberales y menemistas fue ‘selecta’.    Juntó desde el “Batallón 601” Gerardo Martínez y el ‘caza zurdos’ Juan Belén hasta ‘tierra santa’ Cavalieri y el ‘privatizador’ Lescano.
Impedido por la responsabilidad política de un crimen, no faltó tampoco José Pedraza.
Fue incluso un invitado especial, porque fue él quien metió el número decisivo de delegados en lo que aspira a ser la CGT oficial.
Las razones de Pedraza para alinearse con la CGT de Cristina Kirchner fueron dejadas en claro por una declaración del congreso de la Unión Ferroviaria: “confía plenamente en el deseo del gobierno nacional de que prevalezca la verdad ( …) sobre nuestros compañeros encarcelados”.
El armado de la CGT viene con la impunidad de Pedraza y la patota como moneda de cambio.
Lo que todos tienen en común es la complicidad con la tercerización y el vaciamiento ferroviario.
El gobierno nacional sigue albergando en la Secretaría de Transporte y en la concesión de los ferrocarriles a quienes han sido los socios políticos y económicos de Pedraza.
Todo esto no solamente demuestra que sigue en marcha el operativo de impunidad para los responsables del asesinato de Mariano Ferreyra.
Demuestra, por sobre todo, que la lucha por la condena de esos responsables -ahora que se inicia el juicio oral y público- debe estar acompañada por la lucha por la independencia de los sindicatos del Estado y por la democracia sindical, así como por el objetivo estratégico de fusionar el movimiento obrero con el socialismo.
PRENSA OBRERA 1231

COMUNICADO DE LA BANDA AYRE

A todas las personas que luchan por la democracia y la justicia en este país:
La banda de rock Ayre, que junto a el Ojo Obrero (colectivo militante de cine y fotografía), hemos editado un videoclip llamado “Asesino político”. El video es una expresión cultural del rock que lucha por justicia en los crímenes políticos contra el pueblo. Por eso, contiene imágenes que van desde la última dictadura militar hasta los crímenes de hoy en día: la represión desatada en la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, el asesinato de Kosteki y Santillán, la lucha de los sobrevivientes de Cromañón, el asesinato del docente Carlos Fuentealba y las imágenes de los responsables del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra, con la lucha por justicia de toda la población. Ayre tenía pactado tres meses de circulación con notas en vivo en CM (el canal de la música de CrónicaTV). Crónica fue adquirido, recientemente, por un grupo empresario vinculado con el kirchnerismo. Por esta misma razón, el video fue censurado antes de la primera nota debido a su contenido político. Sabiendo que Ayre es un grupo de rock que lucha por los derechos de los trabajadores de la música, el canal nos convocó a una reunión y nos propuso sacar las imágenes políticas, reeditando el video y dejando sólo imágenes de la banda. Quisieron sobornarnos, ofreciendo pasar el video con censura durante todo 2012, a cambio de nuestro derecho de cobro por AADI y Sadaic. Ayre repudia la censura y el soborno, y denuncia que canales como éstos exigen a las bandas independientes 8.000 pesos por tres meses de rotación de un videoclip. Convocamos a la solidaridad de todas las organizaciones y a la población a repudiar este acto antidemocrático que -privándonos de la libertad de expresión, censurando e intentando sobornar a los compañeros de Ayre- pretende callar la voz de los músicos organizados e independientes. 
Mirá y difundí el video

LOS K SE QUIEBRAN “LA COLUMNA VERTEBRAL”

La “columna vertebral” tantas veces proclamada por el kirchnerismo ya está partida en cinco. Y gracias a la propia política oficial. Después de quebrar a la CTA, el gobierno hizo lo mismo con la CGT.
La razón es clara: para imponer el ajuste, los impuestazos y las paritarias con cepo, el gobierno no tolera la menor autonomía en los sindicatos.
La “sintonía fina” exige, no centrales obreras, sino sucursales de la Casa Rosada.
Del otro lado, quienes apoyaron durante nueve años al gobierno del 40% de trabajo precario denuncian ahora a los “alcahuetes del poder”.
Pero no avanzan en un plan de lucha para quebrar la política que nos impone aguinaldos en cuotas, salarios corroídos por la inflación y -ahora- suspensiones fabriles.
El gobierno celebra la quiebra de la CGT, pensando en los ajustes que se vienen.
Pero el mismo día en que las burocracias se partían, la clase obrera se hacía sentir con fuerza.
Decenas de miles de maestros y estatales volvieron a marchar en la provincia de Buenos Aires.
Incluso en los sindicatos dirigidos por los hiperkirchneristas de Yasky o Andrés Rodríguez.
La cooptación servirá para paralizar a algunos burócratas. No para una clase obrera que, en defensa de sus conquistas, empieza a romper con el gobierno al que mayoritariamente votó hace meses.
La burocracia sindical, en cualquiera de sus pedazos, carece de la menor condición para darle un rumbo a las grandes luchas que se vienen.
Los trabajadores no queremos ser convidados de piedra.
Ni en la crisis nacional, ni en el destino de nuestros sindicatos.
Por un Congreso de Bases del movimiento obrero, para votar un programa contra el ajuste y por todas las reivindicaciones obreras, hasta la huelga general.
Unamos ese reclamo a la lucha por una alternativa política propia de los trabajadores: es decir, la unión de la clase obrera con el socialismo revolucionario.

PRENSA OBRERA

MAS QUE NUNCA, CONGRESO DE BASES DE LA CGT

Como lo advertimos tempranamente en abril pasado, en la Conferencia Sindical convocada por el Partido Obrero, la CGT marchó a una fractura múltiple. El asalto de la Casa Rosada a la central, para disciplinarla a los tiempos del “ajuste”, ha derivado en el resultado provisional de cinco centrales: la CGT oficialista, la de Moyano, la Azul y Blanca de Barrionuevo y las dos CTA.

Sin embargo, nadie puede concluir de aquí un resultado que fortalezca al gobierno, el cual hasta no hace mucho tenía dos centrales afines -las de los “dos Hugos” (Moyano y Yasky). La disgregación de la burocracia sindical debilita la regimentación de los sindicatos, crea alineamientos de fracciones burocráticas con la burguesía opositora, maniobras y choques que ya se cobraron la Plaza de Mayo del 27 de junio.

El “ajuste” oficial potencia esta crisis. Todas las fracciones sindicales denuncian la confiscación salarial del impuesto a las ganancias y los salarios familiares, y se quejan por la usurpación de los fondos de las obras sociales, aunque algunas pretextan que al amparo del gobierno podrán conseguir más que enfrentándolo.

Más importante aún es que, como consecuencia de la orientación oficial, hay una definida tendencia huelguística en ascenso. Una semana después de la Plaza de Mayo, en la que Moyano pareció cerrar el ciclo de las paritarias, medio millón de estatales paralizan la provincia de Buenos Aires. En cuanto a la CGT oficialista de Caló, con fecha de largada para octubre, habrá que ver hasta dónde logrará mantener a los sindicatos congelados en el marco de esta crisis. Su reagrupamiento -integrado por elementos como Gerardo Martínez, Pedraza, los viejos “gordos” menemistas y los nuevos gordos como Pignanelli, del Smata; y Fernández, de UTA- es un completo peso muerto para los trabajadores

Los camporistas justifican estas fracturas con el argumento de que Cristina Kirchner “toma distancia de todo el sindicalismo” y “privilegia su relación directa con las masas”. Pero en el país del impuesto al salario, la liquidación de las asignaciones o la cuotificación del aguinaldo, además de las paritarias a la baja, esa pretensión es un espejismo. Lo que se ha iniciado, por el contrario, es un proceso de ruptura de amplios sectores de trabajadores con el kirchnerismo, del cual la disgregación de la burocracia sindical es apenas una expresión deformada.

La mayor iniciativa de Moyano ha sido ostensible desde octubre mismo. Pero sus límites aparecen cada día más claros. No juega ningún papel en la gran huelga del momento, la de los Dragones. En cambio, su aliado Pereyra -del sindicato petrolero y del directorio de la reprivatizada YPF- actúa de carnero de esa lucha, con una oposición “pedracista” al pase a planta de los tercerizados de Cerro Dragón. A Udocba, el sindicato docente bonaerense dirigido por el moyanismo, se le mojó la pólvora después de haber llamado a parar el 27 por el impuesto al salario. Le ha dado las espaldas al formidable proceso huelguístico contra el ajuste de Scioli y no será de la partida del gran paro del 12, porque – vía Moyano- está con el gobernador.

En una sorprendente solicitada, Moyano se acordó de que el gobierno apeló a Pedraza, el jefe de la patota que asesinó a Mariano Ferreyra, al procesado Zanola y a los vaciadores de la CGT para avanzar en sus planes. Más revelador todavía es que recordó las invocaciones de Belén -otro de los puntales de la futura CGT oficialista- “a cazar zurdos atacando a la Cuarta Internacional y al sucio trapo rojo”. Pero el mismo Moyano propuso, hace un par de años, un acto contra el clasismo con la excusa de “pelear contra la derecha”, en el marco de un ascenso de huelgas dirigidas por el clasismo y la conquista de cuerpos de delegados antiburocráticos -una tendencia que se ha profundizado. La fractura de la burocracia tiene como telón de fondo a la transición que se opera en el movimiento obrero hacia una nueva dirección. También, a la cuestión de la independencia política de la clase obrera y su ruptura con los partidos capitalistas. Como lo expresó en su discurso de Plaza de Mayo, Moyano quiere enchalecar este proceso dentro de los límites del peronismo.

No podemos dejar de señalar otro hecho revelador. El viernes 6 de julio, cuando medio millón de estatales pararon contra la cuotificación del aguinaldo, lo hicieron gremios de las cinco centrales, los que fueron arrastrados por la tendencia a la huelga general, por autoconvocatorias y procesos de asambleas conjuntas sin distinción de encuadramientos. Y tanto o más reveladoras fueron las imparables consignas contra Cristina y Scioli al mismo tiempo, cuando distintas burocracias trataban de eludir a uno o a otro, según su alineación.

Hay cinco centrales y no hay ninguna. Como decía aquella consigna antiburocrática de los setenta: “dónde está que no se ve la famosa CGT”. La histórica consigna de un Congreso de Bases, de delegados electos y mandatados en asambleas de cada gremio para resolver un programa y un plan de lucha toma vigencia inmediata frente a la fractura de la CGT.

PRENSA OBRERA ON-LINE


XXI CONGRESO DEL PARTIDO OBRERO

 ALTAMIRA  SEÑALO EN EL XXI CONGRESO DEL PARTIDO OBRERO QUE " CRISTINA ESTA DEMOLIENDO SU PROPIO GOBIERNO"

Los primeros conceptos del informe de Jorge Altamira al XXI Congreso del Partido Obrero, que se desarrolla del 6 al 9 de julio, con la presencia de centenares de delegados representativos de 18 provincias, fueron para convocar a una campaña gigantesca por la condena de los asesinos políticos y materiales de Mariano Ferreyra, a partir del juicio oral y público que deberá comenzar el próximo 6 de agosto. Altamira desentrañó todo el entramado político de este crimen, que involucra a gran parte del aparato del Estado y de los negocios tejidos por el gobierno con los concesionarios de los ferrocarriles. Altamira advirtió de la relación directa que media entre el asesinato de Mariano Ferreyra y la tragedia de Once. Destacó el apoyo de Pedraza y de la burocracia de La Fraternidad a la fracción oficialista que disputa la conducción de la CGT, encabezada por quien llamó ‘Batallón 601`, Gerardo Martínez. Para Altamira, la obtención de una condena para la patota sólo se conseguirá como subproducto de una movilización política que ponga al desnudo la complicidad del aparato del Estado, los concesionarios y la burocracia de los sindicatos.
Para Altamira tanto el país como el movimiento obrero han ingresado en una nueva etapa política, como consecuencia de la crisis capitalista mundial y del agotamiento definitivo del llamado ‘modelo’. Destacó la disgregación de la base política del gobierno, como lo testimonian la ruptura con Moyano y el virtual llamado a la intervención federal de la Provincia de Buenos Aires.
¿Con el ajuste, la confiscación de los ingresos de los trabajadores y jubilados y con la provocación de crisis políticas con sus ex aliados, Cristina está demoliendo su propio gobierno?. ?No pretendo -añadió jocoso-, volver al TT en Twitter, sino que es una rigurosa constatación política?. ?Nuestra tarea de aquí en más?, remató el dirigente del PO, ¿es plantear abiertamente la fusión del movimiento obrero y la izquierda revolucionaria?. Altamira insistió en que los activistas sindicales deben hacer conciencia entre sus compañeros de trabajo, de que se encuentra en desarrollo un movimiento obrero históricamente diferente. La unión del movimiento obrero y la izquierda revolucionaria es la solución al impasse histórico de Argentina y la salida política para los trabajadores ante la bancarrota capitalista.
Altamira llamó a una campaña política contra la regimentación de los sindicatos por parte del gobierno y contra su división, con el reclamo de un Congreso de Bases y un plan de lucha de conjunto. Convocó al Frente de Izquierda a liderar esta campaña.
Altamira advirtió contra la subestimación del golpe de Estado en Paraguay, al que caracterizó como la punta del témpano de una disgregación del Mercosur, ya afectado por una intensa guerra comercial. Calificó a la disputa por el reparto y el precio de la energía de Itaipú como la madre de todas las crisis, y denunció la iniciativa de instalar una base militar del Pentágono en Uruguay.
Altamira convocó al Frente de Izquierda a iniciar una campaña política contra el ajuste y por un plan de lucha, y para disputar la crisis de poder a la derecha y a lo que llamó pseudo centroizquierdismo. Presentó esta propuesta como una iniciativa fundamental para anticiparse a un adelantamiento de las elecciones, la convocatoria de un plebiscito y cualquier otro recurso de emergencia como intervenciones federales.
En el mundo -advirtió el dirigente del PO- estamos en las vísperas de un viraje popular, ante la bancarrota económica y la crisis de poder de los círculos más poderosos del capitalismo, y como un recurso extremo frente a los brutales ajustes, que pretenden hacer retroceder a los trabajadores a principios del siglo XIX”.
Prensa Obrera

DEL IMPUESTO AL SALARIO, AL AGUINALDO EN CUOTAS


(La historia continúa)

Hace sólo una semana, 70.000 trabajadores ganaron la Plaza de Mayo.
Fueron a rechazar el impuestazo al salario y a reclamar la restitución de las asignaciones familiares.
Les contestaron que afectaba solamente a “una minoría” de trabajadores, a la que llamaron “aristocracia obrera”.
Ahora, miles de estatales y docentes bonaerenses paran y se movilizan contra la decisión de desdoblarles el medio aguinaldo en cuatro cuotas.
¿Son otra “minoría”?
Otra “minoría”, la de los tercerizados, lleva una lucha encarnizada en Chubut para que se les pague un salario igual por igual trabajo.
Asistimos a otro episodio de ruptura de la clase obrera con el gobierno al que, en su mayoría, votó hace nueve meses.
“Después de la Plaza, ¿qué?” – preguntaba con descaro la ‘militancia’ pequeño burguesa que eligió a ‘Batallón 601’ Gerardo Martínez, para dividir la CGT, así como a ‘prisión preventiva’ Pedraza, quien apoya desde la cárcel el manotazo oficialista.
La respuesta al “después de la plaza, ¿qué?” la va dando el intento oficial de descargar la crisis capitalista sobre los trabajadores.
Proponemos un plan de lucha nacional para que el ajuste recaiga sobre los usureros de la deuda externa, sobre los Cirigliano y Roggio, sobre la Bolsa y la banca, que ya llevan fugados 20 mil millones de dólares en un año.
Para los trabajadores: salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, 82% móvil, indexación de salarios según la inflación, ningún impuesto a los trabajadores –supresión del IVA.
Que los activistas y luchadores vayan sacando conclusiones: por la unión con la izquierda, con el socialismo, para que gobiernen los trabajadores.

CRISTINA Y SCIOLI OPTARON POR LOS BANQUEROS



HUELGA GENERAL PARA RECUPERAR EL AGUINALDO

Los medios se empeñan en señalar que la cuotificación del aguinaldo, que puso a medio millón de estatales y docentes bonaerenses al borde de la huelga general, es una maniobra política para eliminar un temprano competidor de las presidenciales de 2015.
No es mentira. Pero, antes que eso, está la caída vertical de la recaudación nacional, que en junio fue de un 16% medida en moneda constante. Como consecuencia de ello, el gobierno “antiajuste” de Cristina les está cortando el chorro a las provincias.
Buenos Aires fue la niña mimada de las elecciones 2011 y, hacia allí fueron 800 millones por mes desde nación. Este año, en el primer semestre, “bajaron” sólo 700 millones (La Nación, 2/7) y ahora otros mil millones -que apenas alcanzaron para completar el pago de los menguados salarios, pero no el aguinaldo. Desde luego, esto es una cuestión de prioridades. El gobierno nacional está juntando uno por uno los dólares para la deuda externa; la provincia, lo mismo.
Hace sólo un mes, se produjo una crisis política en la Legislatura provincial, cuyo desenlace fue un impuestazo disfrazado de revalúo al “campo” (que fueron chirolas) con el voto de la oposición, pero fue un fracaso porque también cayó la recaudación provincial. Al ritmo actual, los especialistas elevan el posible déficit bonaerense a la friolera de 19 mil millones de pesos.
La provincia, que ya recortó las partidas a los comedores escolares, emitió bonos forzosos de deuda a proveedores y paralizó numerosas obras públicas, está técnicamente al borde de la emisión de patacones. Es decir que de la pesificación cristinista pasaríamos a la “pataconización” de Scioli y de Mariotto, el dúo gobernante en la provincia.
Cristina, un día antes de la movilización a Plaza de Mayo, dijo “que los gobernadores se hagan cargo”. La oposición, que comparte el ajuste, está borrada, porque quiere que Cristina haga la tarea sucia. Ella transfiere parte de esa tarea a los gobernadores para compartir los “costos políticos”. Se vio muy claro con la Agencia Metropolitana de Transportes, destinada a compartir el tarifazo pendiente.
De Vido se reunió con 20 intendentes, capitaneados por Curto, para puentear al gobernador, pero las promesas de continuidad de obras son flacas, que es lo único que puede calmarlos. La batalla cruenta para dominar la sucesión presidencial y, mucho antes que eso, la crisis política de cara a las próximas elecciones 2013- está llevando a la escisión del gobierno de la provincia de Buenos Aires. El arrime de Moyano, Alberto Fernández y Lavagna al gobernador aceleró la crisis política.
El cristinismo acusa a Scioli de gastar en equipamiento policial a cuenta de su marketing de “seguridad” y en publicidad “naranja” a favor de su nuevo agrupamiento, La Juan Domingo-agrupación que el fin de semana pasado discutió la posibilidad de confrontar con el “mariottismo” en las internas previas de 2013. Esto plantea una crisis de poder en la provincia de Buenos Aires de alcances nacionales. Las movilizaciones masivas por seguridad -Cañuelas, Avellaneda- completan el clima, justamente en el tema en el que Scioli pretendía hacerse fuerte.
Así las cosas, se produjeron innumerables autoconvocatorias de asambleas estatales que desbordan a las variopintas burocracias sindicales de los gremios estatales de la provincia. Dos paros generales en la semana, que abarcan tres días en el caso docente, marcan en realidad la tendencia a la huelga general.
Efectivamente, la intervención de los trabajadores en la crisis plantea la huelga general, lejos de los paros aislados y las marchas separadas que ya empezaron a convocar los Baradel y los “Cachorro” Godoy. Porque se trata de imponer un giro político y económico que patee el tablero a partir del pago en regla de los salarios y aguinaldos.
La crisis política plantea, al mismo tiempo, reforzar la agitación política revolucionaria a favor de un programa de emergencia que acompañe la lucha de los trabajadores. Proponemos el siguiente programa de emergencia: pago inmediato, en tiempo y forma, de aguinaldos y salarios. Reapertura de las paritarias sin tope. No al pago de la deuda externa. Liberemos los fondos de la provincia para la salud, la educación y el trabajo, no para el capital financiero usurario. Impuestos progresivos a la riqueza, el gran capital y la propiedad terrateniente. Ningún despido. Salario equivalente a la canasta familiar.

Nestor Pitrola

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