El plan de movilización contra la criminalización de la protesta social, por la libertad de Oñate, Olivera, Claros y Germanos, y por el desprocesamiento de los 5.000 luchadores obreros y populares, acordado en una asamblea realizada en el hotel Bauen, prevé una concentración en los Tribunales de Lomas de Zamora, el 16 de noviembre, para reclamar por la libertad de Olivera, y una marcha, el 23 de noviembre, de Congreso a Plaza de Mayo. La iniciativa partió de los delegados de la Línea 60, ferroviarios del Roca, Ecotrans, delegados del Teatro Colón, Kraft, Pepsico, hospital Garraham, del Subte, Comisión Interna de Inta Castelar, ferrocarril Sarmiento, Papelera Kimberley Clark, docentes del Suteba, CTA Bahía Blanca, Lista Naranja Gráfica y dirigentes como el "Pollo" Sobrero y Néstor Pitrola.
La ofensiva criminalizadora del último mes fue caracterizada en el marco de una política de ajuste y de tarifazos, con despidos, suspensiones y aumento de precios. Las amenazas y atentados contra los delegados de la Línea 60, de parte de la patota de la UTA, se han incrementado, y se lanzó una represión contra los trabajadores del ferrocarril Belgrano Norte, que reclamaban por una enorme deuda salarial.
El ejemplo de la Línea 60 es emblemático: el conflicto con la patronal Dota está en manos del Ministerio de Trabajo; sin embargo, Tomada deja actuar impunemente a las patotas de la UTA, coaligadas con los empresarios del transporte.
El 23 hay una cita de honor para todos los luchadores.
Daniel Sierra
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